miércoles

Lunes y Agosto.


Pasa que hay golpes. Que hay ruidos ensordecedores. Y un silencio repentino con un zumbido en la cabeza que parece eterno. Se aferra con las uñas y lastima.
Puede que después llegue la calma. Una penosa calma que en verdad se vuelve pegajosa y fastidia, porque de seguro anticipa la tormenta.
No puedo dormir, no sé dormir. Los murciélagos de la noche que vienen a agitar las aguas del embrollo de pelos no me dejan cerrar los ojos. La respiración se vuelve dificultosa, se corta.
La noche se hace larga, eterna. Allá afuera el viento golpea. Parece que en este interior nada se mueve pero me duele, entonces sé que miento. Sé que el afuera es acá.
Estamos en agosto, el mes de los vientos. Los vientos impacientes. Los que cambian de dirección recurrentemente, como una danza ritual. Quieren irse me dijeron, les abrí la puerta para que lo hagan pero son torpes y no entienden de paredes.
Y mirá que hay que ser idiota para abrirles las puertas, si duelen tanto estos vientos.
Duelen con sus ruidos, duelen con sus miradas esquivas y vacías.
Es que no entiendo que el allá es el acá. Que el afuera es adentro. Es que soy un viento norte que trae revoluciones y tan perdido en si mismo se distrae con las flores que flotan, los panaderos sacudidos y las lunas rayadas. Tan perdido en su mundo suspendido que no baja los pies para acariciar eso que se llama en mí hay vos.

Tal vez sea esto. Tal vez otra cosa. Otro alguien.
Tal vez entiendas lo que quiero decir. Lo que importa, lo que llena.
Hay otros tal vez que no valen la pena …

1 comentario:

chicho dijo...

las dos cosas mas horrendas en mi vida: lunes y agosto...x suerte ya estamos en septiembre, mes de las cosas q a vos y a mi mas nos gustan:flores, sol, helados, pajassarinhos y un monton de etc.