jueves

Esquinas

Una mano.
Una mano que roza la pared; la acaricia, la detesta. Sangra, goza. Percibe su textura, el calor, la temperatura. Se lastima, sana, vuelve a lastimar.
Habla, calla, sonríe, putea, llora.
Quemar los papeles hasta volver al pasado cenizas que no arden. Esconderlas debajo del sillón.
Cajas viejas, cajas con historia. Apiladas, olorosas y llenas de humedad.
Veredas con hojas de otoño, una cerca de cemento. Respiración profunda y sabor a chocolate.
El vino que se acaba, la copa de vidrio que estalla en mesas vacías, en humo condensado.
Demasiadas preguntas para pocas respuestas, buscar la ropa limpia entre tanta mugre.Gatos en tejados, perros tras las rejas. La rabia y el lamento. Cicatrices y crecer de golpe. Todo eso no basta, todo eso es poco. Luces que se encienden y calman las ansias. 

La lluvia como banda sonora, fotografías en blanco y negro. Balas perdidas en paraguas negros y una mano que te sostiene. 

lunes

Girar

El momento, el ahora, el instante que dura.
Sentirme ajena, extraña, coraza.
El olvido de tu lado. El recuerdo del mío.
La soledad que llevo a cuestas, el deseo del desprendimiento. La necesidad de la disociación, de frenar la cabeza.
No estar en ningún lado, porque no tolero el refugio propio.
Esquivar mis caricias, cerrar los ojos cuando te atraviesa una mirada, congelarte las venas con un roce.
Vivir el idilio fugaz, tanto así que te ensucia las manos y te quema los pies.
Aspirar una galaxia entera en el preciso instante que pasa un tren, lleno de personas, ventanas y luces blancas, y sentirte a gusto porque vos no estás ahí.
Querer cansarte de la desconfianza, pero demostrarte una y otra vez que es lo único real que encontrás por todos los rincones.

Por eso estás como estás.

sábado

11 B

Estar en un lugar cualquiera, el que sea. Ajeno a la cotidianidad y sentirte a gusto, como en casa, significa sentirte bien con vos misma.
En medio del ruido, en medio de edificios monstruosos pero más cerca de la luna, ese es el consuelo y eso te sirve, te alcanza y roba una sonrisa entre seca y seca de cuántos cigarrillos.
De fondo suenan boleros y hay olor a tu presencia, a humos, alcoholes, flores y café.
Aún más de fondo hay risas de gente que pinta en la esquina un escudo de algún equipo de fútbol, motores, los perros, el reloj que marca casi la una de la madrigada.
Ya muy lejano, en el fondo de vos, el deseo, el fuego, las ganas, la acción. Mandar al carajo al llanto, escupirle la cara a los miedos, hacerle burla al destino.

Es hora de regar las plantas, de sacar la basura y de ir a dormir, pensando quizás, que mañana es mejor…