Siempre igual vos.
Si ponés agua para el mate, café o té acordate, tanto hierve que se evapora todo.
Descalza con el frio que hace.
Abriendo cajones donde buscás lo que, sabés, no vas a encontrar.
Te dije que no te acerques al costurero. Que los platos sucios invitan a las cucarachas a un festín, y después no te tapes los oídos como hacés siempre cuando algo te da miedo o impresión. Mucho menos vengas a pedirme que la espante.
Que colgar la ropa no es una fiesta donde prima la combinación de colores, sino simplemente que la ropa esté seca para usarla mañana.
Cuándo vas a aprender que no podés pasarte el día flotando por ahí, deseando toparte con el pensador de lunas y estrellas.
Si te pido que laves los platos no juegues con el detergente. Llenás la casa de burbujas y espuma. Es imposible con vos.
Y ahora dejá de hacer ridiculeces y vestite que nos vamos. ( Callate Horacio médico, no voy a cambiar. )
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