miércoles

Seguí nomás




Una inspiración que nace de la conjunción de tu imagen que vuelve litigante y de las palabras más lindas que jamás podré escribir. Por eso sólo son esto, boberías, nada que no puedas encontrar en algún rincón.
Un poco que los recuerdos están guardados en sitios que sabemos exactamente dónde quedan, esos a los que volvemos recurrentes sea con un aroma, con un color, con una textura, un sabor, o un simple sonido.
Pasa eso. Seguido. Como lo que se impregna en los dedos. El tabaco es aniquilador, es el único que delata siempre, difícil de echar, imposible de borrarlo. Hay dos dedos que precisamente conviven siempre con él. Dedos que hasta pueden quedar marcados con fuego, con un tinte amarillento desagradable y penoso.
Pero saber que esos dedos recorren lugares imposibles para otros es lo único que los vuelve airosos y heroicos. Los mismos que logran huir por unos instantes de ese olor nauseabundo para sumergirse en un río metafísico. Los que ascienden como látigos a veces, los que se aferran de la espalada y no quieren soltarse más, los que se dejan caer lentamente en médanos para que un viento venga y los borre.
Debe ser que tenés una increíble capacidad de figuración, pero una figuración que se torna real una vez que todo lo abstracto se conjuga mágicamente.
Decirte que no sos sabor ni olor no es negativo, porque tu más escondido universo se da como imagen y contacto recurrente, y hoy unos dedos casualmente manchados de tabaco me devuelven el instante en que me enderecé sobre alguna mesa sucia para lentamente reclamar las llaves de tu pasaje, forzar el dulce trecho donde ya casi no había defensas.
Más tarde comprendimos como era el juego, me cediste la ciudad de tu más profunda piel desde tanto horizonte diferente.
En esta vaga vainilla de tabaco que hoy me mancha los dedos se despierta la noche en que el puente bajó. Cierro los ojos y aspiro en el pasado ese perfume de tu carne más secreta, quisiera no abrirlos ahora, donde leo y fumo y todavía creo estar viviendo.
Creo que se entiende lo que quiero decir. ¿No?

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