miércoles

Algo chiquito


Lo supe desde el día debajo de un cielo de glicinas. Preferí no escucharlos.
Creí en la lluvia estelar de las sienes. Y no tuve miedo.
Aspiré el universo en una única bocanada. No me ahogué.
Me abracé a los miedos. Les tomé las manos y caminé entre hojas secas que la marea del tren traía cada vez que queríamos patearnos las cabezas.
Aprendí. Y ya no voy a cambiar la fascinación por los objetos transparentes esféricos deseando penetrarlos, pasar una estadía ahí dentro. Como sucede con los bonsái, ojalá fuese tan minúscula de poder sentarme debajo de uno de ellos.
No se puede explicar, pero a mi me pasa.

1 comentario:

=Castor de Guerra= dijo...

"Como sucede con los bonsái, ojalá fuese tan minúscula de poder sentarme debajo de uno de ellos."
jaja.. si nos pasara! de ver lo inmenso del universo, y sentir con cada fibra de nuestro ser, cada celula, cada molecula, cada particula, cada parte de mi ser tiembla de miedo, al ver, consiente, el pequeño eh infimo espacio que ocupo en este basto universo, de brilantes y enormes astros. ¿Como brillar como el sol? y...
son cosas que no se pueden explicar.
Pero es sierto, a uno le pasan.
saludos.
Mariana.