Estar
en un lugar cualquiera, el que sea. Ajeno a la cotidianidad y sentirte a
gusto, como en casa, significa sentirte bien con vos misma.
En medio
del ruido, en medio de edificios monstruosos pero más cerca de la luna, ese es
el consuelo y eso te sirve, te alcanza y roba una sonrisa entre seca y seca de
cuántos cigarrillos.
De fondo
suenan boleros y hay olor a tu presencia, a humos, alcoholes, flores y café.
Aún más
de fondo hay risas de gente que pinta en la esquina un escudo de algún equipo
de fútbol, motores, los perros, el reloj que marca casi la una de la madrigada.
Ya muy
lejano, en el fondo de vos, el deseo, el fuego, las ganas, la acción. Mandar al
carajo al llanto, escupirle la cara a los miedos, hacerle burla al destino.
Es hora
de regar las plantas, de sacar la basura y de ir a dormir, pensando quizás, que
mañana es mejor…
No hay comentarios:
Publicar un comentario