
Un poco yo también borro mis palabras, porque al final no se entiende nada.
Porque la vía láctea es vasta. Y en el vacío no hay espacios disponibles aunque no lo creas. Aunque te cueste creerlo.
Así es como se sufre. Así es como me desgarro la piel llorando en los estantes de las bibliotecas llenas de libros amarillos con olor a tiempo. Me saco los ojos y los tiro, pero hay tanto para ver. tanto y tan poco.
Hoy no sirvo. Ni para mi. Me inunda el dolor, me sulfura la cabeza.
Por eso mejor que las cosas se digan solas. Sin palabras. Que se borren por hoy.
Un poco todo eso. Y otro poco lo que se sabe. La reiteración. La calesita que gira y gira, a ver si se plasma en las neuronas.
La mano siempre. Más fuerte y más cerca.
Siempre.